Buscando...
Cuba - Salud

Cuba - Salud

Descripción

La esperanza de vida de Cuba al nacer es de 78.3 años (76.2 para hombres y 80.4 para mujeres). Esto clasifica a Cuba en el puesto 55 del mundo y el quinto en las Américas, detrás de Canadá, Chile, Costa Rica y los Estados Unidos. La mortalidad infantil disminuyó de 32 muertes infantiles por cada 1,000 nacidos vivos en 1957, a 10 en 1990–95, 6.1 en 2000–2005 y 5.13 en 2009. Históricamente, Cuba ha tenido un alto número de personal médico y ha hecho contribuciones significativas a la salud mundial. desde el siglo XIX Hoy, Cuba tiene atención médica universal y, a pesar de la persistente escasez de suministros médicos, no hay escasez de personal médico. La atención primaria está disponible en toda la isla y las tasas de mortalidad infantil y materna se comparan favorablemente con las de los países desarrollados. Los investigadores se refieren a que una nación en desarrollo como Cuba tiene resultados de salud que rivalizan con el mundo desarrollado como la paradoja de la salud cubana. Cuba ocupa el puesto 30 en el índice de países más saludables de Bloomberg de 2019, que es el único país en desarrollo que clasifica tan alto.

Las enfermedades y la mortalidad infantil aumentaron en la década de 1960 inmediatamente después de la revolución, cuando la mitad de los 6,000 médicos cubanos abandonaron el país. La recuperación se produjo en la década de 1980, y la atención médica del país ha sido ampliamente elogiada. El gobierno comunista afirmó que la atención médica universal era una prioridad de la planificación estatal y que se avanzó en las áreas rurales. Al igual que el resto de la economía cubana, la atención médica sufrió una grave escasez de material tras el fin de los subsidios soviéticos en 1991, y un endurecimiento del embargo de Estados Unidos en 1992.

Los desafíos incluyen salarios bajos para los médicos, instalaciones deficientes, poca provisión de equipos y la ausencia frecuente de medicamentos esenciales. Cuba tiene la relación médico-población más alta del mundo y ha enviado a miles de médicos a más de 40 países de todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, Cuba es “conocida en todo el mundo por su capacidad para capacitar a excelentes médicos y enfermeras que luego pueden salir a ayudar a otros países que lo necesitan”. A septiembre de 2014, hay alrededor de 50,000 trabajadores de la salud capacitados en Cuba que ayudan a 66 naciones. Los médicos cubanos han desempeñado un papel destacado en la lucha contra la epidemia del virus del Ébola en África occidental.

La importación y exportación de medicamentos farmacéuticos es realizada por el Grupo Empresarial Farmacéutico Quimefa (FARMACUBA) bajo el Ministerio de Industria Básica (MINBAS). Este grupo también proporciona información técnica para la producción de estos medicamentos. Aislada de Occidente por el embargo de Estados Unidos, Cuba desarrolló la exitosa vacuna contra el cáncer de pulmón, Cimavax, que ahora está disponible para los investigadores estadounidenses por primera vez, junto con otros nuevos tratamientos cubanos contra el cáncer. La vacuna ha estado disponible de forma gratuita para la población cubana desde 2011. Según la directora ejecutiva del Instituto del Cáncer Roswell Park, Candace Johnson: “Han tenido que hacer más con menos, por lo que han tenido que ser aún más innovadores con la forma en que abordan las cosas”. . Durante más de 40 años, han tenido una comunidad de inmunología preeminente “. Durante el deshielo en Cuba – EE. UU. A partir de las relaciones iniciadas en diciembre de 2014 bajo la administración de Obama, un número creciente de pacientes con cáncer de pulmón de EE. UU. viajaron a Cuba para recibir un tratamiento con vacunas. El final del deshielo bajo la administración Trump ha provocado un endurecimiento de las restricciones de viaje, lo que dificulta a los ciudadanos estadounidenses viajar a Cuba para recibir tratamiento.

En 2015, Cuba se convirtió en el primer país en erradicar la transmisión maternoinfantil del VIH y la sífilis, un hito reconocido por la Organización Mundial de la Salud como “uno de los mayores logros de salud pública posibles”.